Quien conociera a María, sabría que detrás de su vistosa alegría y de la fortuna que posee en teoría, existe una triste verdad. Al hacerse mayor, tendría duros dilemas que enfrentar. Muy pronto, de hecho, se tendría cuenta que dar, de que pese a no elegir de qué familia vino, si podría escoger en cuál quedar.

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