El banto, este pájaro que luce como un mirlo, es endémico de Irikwey, un sitio vibrante de vida y donde todo tipo de tecnología parece haber perdido la batalla contra la naturaleza. En este sitio, nada eléctrico funciona por mucho tiempo. Sin embargo, ningún visitante describiría a este lugar como primitivo. Al contrario; con el paso del tiempo, las diferentes formas de vida han llegado a crear ecosistemas de una extrema complejidad y madurez. Lo único que parece seguro al ver el entorno de esta ave, es que la vida en Irikwey seguirá imperturbada.
